Las mejores puestas de sol para este verano

Las puestas de sol transmiten una sensación de paz y de tranquilidad tan sencilla como inexplicable. La belleza de algo tan sencillo como ver el sol esconderse en el horizonte nos atrapa e hipnotiza hasta el punto de perder la noción del tiempo. Esa magia es la que hace que los atardeceres conserven un gran valor, tanto que muchos son los que persiguen los lugares en los que estos son auténticos espectáculos de luz y color.

Esta es una de las recopilaciones de todos esos rincones mágicos, algunos incluso más recónditos, en los que poder disfrutar esas puestas de sol:

1. La Alhambra (Granada).

Desde el mirador de San Nicolás, los colores rojizos que el sol deja sobre los muros de la fortaleza es una de las estampas más bonitas. En verano, Granada se antoja como una de las ciudades más apetecibles para una escapada, con las dos opciones de ciudad y naturaleza para aprovechar el tiempo libre.

2. La Albufera de Valencia.

No todo es playa en Valencia, y precisamente la Albufera brinda una de las puestas de sol más espectaculares del país en la otra cara de la ciudad. Allá donde la paz y el silencio apaga cualquier sonido ajeno al paraje natural que le rodea. Allí se puede contemplar el atardecer incluso con un agradable paseo en barca.

3. Zahara de los Atunes (Cádiz).

Sus playas de arenas blancas y aguas turquesas hacen especial esta playa de Cádiz, donde quedarse frente al mar mirando el atardecer es la máxima expresión de la simple belleza. Pensar, reflexionar, imaginar, crear… Todo se puede ante tal maravilla.

4. Parque natural de Doñana (Huelva).

Naturaleza, vida y calma. Son los tres elementos que caracterizan a este espacio tan espectacular como bonito, que deja imágenes de puestas de sol dignas de estar entre las mejores. Los amantes de la naturaleza y los animales tienen una cita pendiente con Doñana en una de las noches de este verano.

5. Cabo Finisterre (A Coruña).

«El mirador al fin de la Tierra». Su nombre lo dice todo, y la tradición también. Los celtas rendían culto al astro rey desde allí, pues las vistas son increíbles. Además, muchos peregrinos emprenden marcha de Santiago (a pesar de que oficialmente el Camino termine ahí) a Finisterre para poder observar cómo el sol se funde con el mar.

6. Las Médulas (León).

En pleno bosque de castaños, en medio de lo que fue una explotación minera, se alza uno de los paisajes más sorprendentes y desconocidos. Las Médulas son un cuadro de elevaciones, pináculos de montañas rojizas cubiertas por frondoso bosque de castaños. El mejor momento lo protagoniza el sol posado sobre las arcillas; cuando el sol «incendia» el paisaje.

7. San Antonio (Ibiza).

Uno de los mejores atardeceres desde las Islas Baleares se contemplan desde la zona en la que se ubica la localidad de San Antonio. Aunque el turismo hace cada vez más difícil encontrar calas exclusivas, siempre hay lugares recónditos desde los que disfrutar del fenómeno con la tranquilidad que el mar infunde.

8. Cabo Tiñoso (Cartagena).

Se trata de un castillo en lo alto de un acantilado, un lugar apenas conocido entre los turistas (de ahí que conserve virgen su estructura). Las vistas del mediterráneo desde esta fortaleza son inmejorables. Desde allí, el mar parece no tener fin.

9. Port de la Selva (Gerona).

Aunque no es tan famoso como su vecino Cadaqués, este pueblo de marineros ofrece una puesta de sol nada que envidiar a cualquiera de las islas de en medio del mar. Un lugar con mucho encanto en esta época del año y que recuerda a «le Cinque Terre» de la «bella Italia».

10. Puente de Triana (Sevilla).

Un lugar mágico, romántico y lleno de luz. A pesar del calor, merece la pena acercarse a ver ese color tan especial que tiene Sevilla cuando el sol comienza a caer.

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